miércoles, 27 de mayo de 2015

Buenos Valores

Siempre han existido asuntos más importantes que otros para los seres humanos.  Por ello, valoramos personas, ideas, actividades u objetos, según el significado que tienen para nuestra vida.

Sin embargo, el criterio con el que otorgamos valor a esos elementos varía en el tiempo, a lo largo de la historia, y depende de lo que cada persona asume como sus valores.

En las organizaciones, los valores permiten que sus integrantes interactúen de manera armónica.  Influyen en su formación y desarrollo como personas, y facilitan alcanzar objetivos que no serían posibles de manera individual.

Para el bienestar de una comunidad es necesario que existan normas compartidas que orienten el comportamiento de sus integrantes.  De lo contrario, la comunidad no logra funcionar de manera satisfactoria para la mayoría.

Cuando sentimos que en la familia, la escuela, el trabajo, y en la sociedad en general, hay fallas de funcionamiento, muchas veces se debe a la falta de valores compartidos, lo que se refleja en falta de coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Por ejemplo, es difícil saber cómo enseñar a los hijos el valor de la “tolerancia”, si nuestros líderes y gobernantes insultan permanentemente a todos  aquellos con quienes tienen diferencias de opiniones.


Igualmente resulta cuesta arriba promover el valor “respeto” si hay maestros, profesores, jefes o padres que frente a situaciones complejas defienden sus decisiones argumentando:  “Aquí se hace lo que yo digo” o “Las cosas son así porque sí”.

Amigos con Derecho

¿Para quienes existen los amigos con derecho? Bueno pues para todo el que no desee tener una relación algo seria, o quizá no ha encontrado la persona especial para dedicarle la mayor parte de su tiempo; como sea la situación los amigos con derecho lo podríamos definir como un par de amigos que se llevan muy bien y esta relación la traspasan a la cama en un encuentro ocasional, donde se establecen reglas para comenzar “sus derechos” la mayor parte del tiempo va a ser un encuentro sexual donde satisfagan sus necesidades y fantasías.  
Un dato importante es que también existe el día de los amigos con derecho, este se celebra el 19 de Julio; esta relación suele ser más común entre los jóvenes menores de 25 años puesto que no están preparados para tener una relación seria.  Existe un estudio realizado en los  Estados Unidos que el tener un amigo con derecho fortalece la relación de amistad, dicho estudio fue realizado por el investigador Heidi Reeder.  Entre las 300 personas encuestadas un 76% dijo haber mejorado la relación de amistad y la fortaleció para llegar a un posible noviazgo.
Si no es el fortalecimiento de tu amistad lo que buscas y simplemente es pasarla bien, sin ningún tipo de compromiso ni sentimiento amoroso hacia su amigo-amiga no pueden existir celos en la relación, es una relación sumamente abierta y sin compromisos uno hacia el otro;  para ello como mencionamos antes, lo importante conocerse uno mismo si puede “aguantar” a meterse en una relación de esta magnitud, decidido esto debemos de establecer reglas con el amigo con derecho.  Suelen ser las mismas entre los participantes, por ejemplo: dejar en claro que no es una relación con compromisos, tampoco pueden existir celos por parte de ninguno de los dos, se debe ser claro con los sentimientos esta relación es de mucha honestidad entre ambos, además una de las cosas más importante ante toda esta relación es cuidarse, en buena teoría son solo ustedes pero al ser una relación abierta al no pedir o dar ninguna explicación no hay garantía que tu pareja no pueda estar conociendo a nadie más para ello es importante definir con anterioridad las reglas de dicho juego.


Les comparto un link donde quizá te puedas guiar si tienes interés entrar en una relación de estas http://es.wikihow.com/empezar-una-relaci%C3%B3n-de-amigos-con-derechos .
Además les comparto un video donde también explica un poco de esto.

domingo, 24 de mayo de 2015

La amistad

La amistad es de las relaciones más comunes en el diario vivir de las personas, se da entre una o más personas que tienen un enlace en común, comparten gustos e intereses a fines pero no solamente en personas similares sino también puede aparecer entre personas muy dispares, esto hace que la relación se fortalezca, una buena amistad complementa y enriquece a la persona, no solo en el intercambio de ideas, información y sentimientos, sino también en el hecho de compartir los buenos y malos momentos de la vida. Las amistades nacen día con día, una amistad puede nacer en minutos a cómo pueden durar años para consolidarse, también se encuentran valores asociados, por ejemplo: la lealtad, la sinceridad, el compromiso que se cultivan con el trato e interés recíproco a lo largo del tiempo.  Existe un Día Internacional de la Amistad, fue designado, desde el año 2011, el día 30 de julio por la Asamblea General de las Naciones Unidas para rendirle homenaje a este tipo de afecto fundamental para la humanidad.
La amistad es la base para cualquier relación; surge entre hombres, mujeres, novios, esposos, familiares, personas de distintas edades, religiones, ideologías, culturas, etc. Pueden nacer en los más diversos contextos y situaciones: el lugar donde vivimos, el sitio donde trabajamos, la escuela, la universidad, las fiestas, las reuniones, los restaurantes, a través de otros amigos, las redes sociales… Las amistades tienen diferente grados de afinidad, desde los que vemos muy poco, hasta los que vemos frecuentemente y en las que otorgamos un grado de superioridad y el vínculo es tan estrecho que la llamamos “mejores amigos”.
En las diferentes etapas de nuestras vidas la amistad posee diferentes grados de importancia, por ejemplo: en la niñez es esencial para el desarrollo emocional y social de los niños, aprenden habilidades sociales: cómo comunicarse, cooperar, solucionar problemas y tomar decisiones. Además experimentarán diferentes sensaciones como: miedo, enojo, rechazo, aprenderán a perder y ganar, y comprenderán lo que es apropiado o no, comprenderán las clases de poder y el posicionamiento social; el formar parte de un grupo mejora la autoestima del pequeño,  los amigos de ellos pueden ser de ayuda y como consuelo en momentos difíciles. Así entenderán que para cada momento hay un comportamiento.
En la etapa de la adolescencia sus amistades le brindan la oportunidad de resolver conflictos, promover diversión, recreación y emoción con su compañía; también cumplen con la función de consejeros al hablar de sus problemas con sus amigos y compañeros, quieren que sus amigos sean leales que les ayuden en la escuela y el vecindario. Con forme los adolescentes se convierten en adolescentes pasan mayor tiempo con sus amigos, además empiezan a tener más contacto con el sexo opuesto. Cabe destacar que en esta etapa se suele tener muy baja autoestima, por ello buscan compañía de iguales, o donde se sientan a gusto como en algún grupo determinado esto favorece la confianza y les brinda un sentido de identidad.

Las relaciones de amistad de los jóvenes, (podemos determinar joven en un rango de 20- 35 años) luego de su crisis de la adolescencia se vuelve más independiente  y responsable de sus actos.  Se aleja de los grupos a los que de unió en la etapa de la adolescencia y surge una autodeterminación la cual posibilita una regulación interna de su comportamiento. El joven se preocupa por su desenvolvimiento profesional donde se determina su personalidad. Suelen tener amistades, pero no poseen el tiempo suficiente para estar con ellos; las amistades de las mujeres suelen ser mucho más íntimas que las de los  hombres. La amistad entre los jóvenes suele ser por elección, a diferencia de los lazos familiares, laborales y vecinos. Sus compromisos mayoritariamente son la  confianza, los afectos, los valores, y la historia compartida. En esta etapa además de realizarse como persona, y quizá haber alcanzado algunas metas en su vida, se empieza a seleccionar a la pareja, se da un desarrollo de ella, y se consolida como una pareja estable, que probablemente valla estar el resto de su vida junta.

lunes, 4 de mayo de 2015

Inteligencia Emocional

Una persona con buena inteligencia emocional debería ser capaz de  entender las emociones de los demás y saber cómo tratar a la gente que les rodee y que se sientan cómodos a nuestro lado, debemos ser empáticos para poder entender sus emociones, saber elegir las emociones en cada momento; si ante una crítica, nos ofendemos y nos enfadamos, estamos eligiendo muy mal las emociones, por el contrario, nos ponemos a pensar, analizamos el comportamiento de la otra persona, escuchamos, entendemos su punto de vista y leemos entre líneas, así nos damos cuenta de que, el problema ha sido que nuestra prueba ofendió a él-ella, entonces ahí será mucho mejor pedir disculpas y sugerir. No es cuestión de ceder, es cuestión de manejar la situación asertivamente.
Las emociones en el cerebro se trata de un sistema que está presente en nosotros desde hace más de cincuenta mil generaciones y que ha contribuido, con éxito  a nuestra supervivencia como especie. Por ello, no hay que sorprenderse si en muchas ocasiones, frente a los retos que nos presenta el mundo, respondamos instintivamente.
En esencia, toda emoción constituye un impulso que nos moviliza a la acción. La emoción, entonces, significa “movimiento hacia”, y basta con observar a los animales o a los niños pequeños para encontrar la forma en que las emociones los dirigen hacia una acción determinada, puede ser huir, chillar... Cada uno de nosotros viene "equipado" con programas de reacción automática o una serie de predisposiciones biológicas a la acción. Sin embargo, nuestras experiencias vitales y el medio en el cual nos haya tocado vivir irán moldeando con los años ese "equipaje genético" para definir nuestras respuestas y manifestaciones ante los estímulos emocionales que encontramos.
La inteligencia emocional, entre las que se destacan el auto control, el entusiasmo, la empatía, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo. Si bien una parte de estas habilidades pueden venir configuradas en nuestros genes, y otras tantas se moldean durante los primeros años de vida, la evidencia respaldada por investigaciones demuestra que las habilidades emocionales son susceptibles de aprenderse y perfeccionarse a lo largo de la vida, si para ello se utilizan los métodos adecuados. 
Autocontrol: El dominio de uno mismo
Consistente en el cuidado y la inteligencia en el gobierno de la propia vida; capacidad de contener el exceso emocional. La preocupación, por gobernarse a sí mismo y controlar impulsos y pasiones parece ir aparejada al desarrollo de la vida en comunidad, pues una emoción excesivamente intensa o que se prolongue más allá de lo prudente, pone en riesgo la propia estabilidad y puede traer consecuencias nefastas.
Entusiasmo: la aptitud maestra para la vida
Las emociones se encuentran en el centro de la existencia; la habilidad del individuo para manejarlas actúa como un poderoso predictor de su éxito en el futuro. La capacidad de pensar, de planificar, concentrarse, solventar problemas, tomar decisiones y muchas otras actividades cognitivas indispensables en la vida pueden verse entorpecidas o favorecidas por nuestras emociones. Así pues, el equipaje emocional de una persona, junto a su habilidad para controlar y manejar esas tendencias innatas, provee los límites de sus capacidades mentales y determinan los logros que podrá alcanzar en la vida. Habilidades emocionales como el entusiasmo, el gusto por lo que se hace o el optimismo representan unos estímulos ideales para el éxito.
Empatía: ponerse en la piel de los demás
Capacidad de percibir la experiencia subjetiva de otra persona. Diversas observaciones  han permitido identificar esta habilidad desde edades muy tempranas, como en niños de nueve meses de edad que rompen a llorar cuando ven a otro niño caerse, o niños un poco mayores que ofrecen su peluche a otro niño que está llorando y llegan incluso a arroparlo con su manta. Incluso se ha demostrado que desde los primeros días de vida, los bebés se muestran afectados cuando oyen el llanto de otro niño, lo cual ha sido considerado por algunos como el primer antecedente de la empatía.

Inteligencia emocional para el trabajo

Una persona que carece de control sobre sus emociones negativas podrá ser víctima de un furia emocional que le impida concentrarse, recordar, aprender y tomar decisiones con claridad. De ahí la frase <<el estrés “estupidiza” a la gente>>. El precio que puede llegar a pagar una empresa por la baja inteligencia emocional de su personal es tan elevado, que fácilmente podría llevarla a la quiebra.

Adjunto un vídeo en el que se nota la importancia de "NO PERDER LA PERSPECTIVA". Teniendo un poco de inteligencia emocional se aclara el objetivo, en vez de la competencia con el otro.